Durante nuestra visita a Lisboa y Oporto, tuvimos la suerte de poder probar dos delicias portuguesas que, sin duda nos encantaron y que aconsejamos que degustéis.
En este post os vamos a hablar de los famosos Pastéis de Belém o pastéis de nata y de los Pasteles de Bacalhau de la casa Portuguesa do Pastel.
Pastéis de Belém
En primer lugar cabe aclarar que todos los Pastéis de Belem son pastéis de nata pero NO todos los pastéis de nata son Pastéis de Belem.
Esto significa que en el barrio de Belem y desde 1837 existe una pastelería llamada Casa Pastéis de Belem donde elaboran este maravilloso postre, el cual se cree que fue creado antes del siglo XVIII por los monjes católicos jerónimos, los cuales pertenecían al Monasterio de los Jerónimos de Santa María de Belem.
Al cerrar el convento, Tras la Revolución Liberal Portuguesa, se cerró el convento y los monjes fueron expulsados. De esta forma, el pastelero decidió vender la receta a un rico empresario portugués. Desde entonces y hace más de 200 años se elabora la misma receta, que es secreta y que supuestamente solo 7 personas conocen en el mundo.

La verdad que después de conocer esta historia dan ganas de ir corriendo a probarlos. Y es que, aunque en todas las pastelerías a lo largo de Portugal encontréis pastéis de nata, solo los elaborados aquí son los originales, más que nada porque tanto la receta como el nombre Pastéis de Belem son marca registrada por ellos.
Para que os hagáis una idea y por si no los habéis probado, este postre se trata de una tartaleta de unos 8 centímetros de diámetro con una crema en su interior de yema de huevo, leche y azúcar. Además se puede consumir tanto recién hecha y calentita como en frio.
Nuestra valoración: la primera noche que llegamos decidimos probarlos en una pastelería normal del centro. Deciros que llevaban algo de tiempo hechos y no nos sorprendieron aunque estaban buenos. Pero el día que visitamos el barrio de Belem fuimos a la famosa Casa Pastéis de Belem y los probamos. Estaban recién hechos y podemos decir que son una autentica delicia. De hecho, no comimos más por no hacer la cola. Y es que el lugar es tan famoso que al día pueden despachar entre 20 mil y 50 mil según la temporada turística.
Pastel de bacalao
Otro manjar portugués que no pudimos resistirnos a probar fue el Pastel de Bacalhau. Lo probamos en la Casa Portuguesa do Pastel de Bacalhau, una empresa reciente que abrió sus puertas en 2015 en la Rua Augusta.
Según ellos mismos y la descripción de su producto, es una forma de acercar la costa al interior juntando y homenajeando en un solo bocado dos productos icónicos de la gastronomía portuguesa: el pastel de bacalhau y el Queso Serra da Estrela DOP.
Los buñuelos se basan en bacalao, patata, huevo, aceite y perejil. Sin lugar a duda, son la receta tradicional y una de las mayores especialidades portuguesas.
